Bodegas Vilano apoya la vuelta a la actividad de bares y establecimientos comerciales, afianzando así su excelente relación con la hostelería.
Desde que allá por el mes de marzo la crisis del coronavirus comenzara a mostrar su virulencia y devastadores efectos, tanto sanitarios como económicos, el sector del vino ha sufrido una de las mayores recesiones que se recuerdan, motivada por el absoluto parón a nivel mundial del consumo y la actividad empresarial. Un marco complicado al que bodegas Vilano ha tenido que hacer frente. Así, ha modificado su estrategia dedicando gran parte de sus esfuerzos a fomentar iniciativas de apoyo a la industria hostelera. Y desde el pasado mes de mayo, ha venido impulsando determinadas medidas para distribuidores y hosterelos con el objetivo de facilitar su reactivación. En palabras del equipo de gestión de Vilano, “Situarse al lado de la hostelería en este momento, es una de las mejores formas de devolver a este sector lo que durante años ha dado a la bodega. Estamos en lo bueno y en lo malo, y ahora sabemos que nos necesita”.
Por otro lado, Vilano ha adaptado su estrategía de comunicación interna y externa con mensajes de carácter social y sensibilizadores. Una de la iniciativas más aplaudidas ha sido la de crear una serie de adhesivos para el suelo de bares y establecimientos comerciales cuyo contenido recuerda la necesidad de mantener la distancia de seguridad interpersonal.
Todas estas acciones, son la respuesta a una situación inesperada que la bodega ha afrontado con determinación, ilusión y sabiéndose amoldar a la momento actual.