[:es]Terra Incógnita es un vino de culto. Sobre eso no hay ninguna duda. Pero claro, decir que algo es “de culto” es mucho decir por varias razones. Porque siempre se aplica el epíteto a creaciones culturales. Porque necesitan determinadas condiciones para su concepción. Porque son obras que perviven en el tiempo, más allá de circunstancias culturales concretas. Porque suelen ser difíciles de conseguir. Porque suelen tener fieles seguidores capaces de pagar o hacer casi cualquier cosa por poseerlas o disfrutarlas. Y, sobre todo, porque aunque se puedan comprar con dinero (a veces, mucho dinero), a estas creaciones es muy difícil llamarlas ‘productos’.
Así que volvemos a nuestro punto de partida: Terra Incógnita es un vino de culto. Es un ejemplo perfecto de la tradición del vino de majuelo, de pago; vino de un solo terroir, que ya se sabe que es el espacio aúna determinadas características físicas con un saber hacer vitivinícola determinado, herencia de una cultura determinada.
Es evidente que sin las notas distintivas de su entorno desde el punto de vista biológico y sin las prácticas vitivinícolas que se le aplican no podría ser lo que es. Unas prácticas que no son casualidad, sino acopio de saber tanto de generaciones y generaciones de vinateros como de la comunidad que ha sabido conocer y extraer lo mejor de su entorno. No en vano, las viñas que dan origen a Terra Incógnita tienen entre 75 y 90 años.
Hay un poso de transversalidad en la sabiduría. Cuando se alcanza, es aplicable más allá de los límites culturales propios. De otra forma no se explica que mientras para algunos vinos los enólogos tengan que adaptar algunos matices a los gustos de la población a la que se desea llegar (exportación), otros caldos resulten objeto de deseo en cualquier parte del mundo. En este segundo grupo se encuentra Terra Incógnita.
Y no siempre es fácil conseguirlo. No solo procede de viñas viejas, sino que además las uvas que se dedican a este vino se seleccionan a mano, racimo a racimo. Por eso la producción es limitada. Muy limitada. Solo salen al mercado 3000 botellas de cada cosecha, y llegan a sus destinos tanto en tiendas físicas (El Corte Inglés, por ejemplo) como a través de venta online (Vinos Ribera o Vinos Barcelona son solo dos ejemplos).
Desde este post, solo nos queda aconsejarte que la próxima vez que pienses en darte un pequeño homenaje pruebes a hacerlo con el buque insignia de las Bodegas Viña Vilano. Y, de paso, te planteamos una pregunta. ¿Es lo mismo un vino de culto que un vino de autor?[:]