Las escasas precipitaciones de este invierno, están permitiendo una efectiva renovación de la madera de la vid y un magnífico equilibrio en el ciclo vegetativo, aumentando así las probabilidades de una incipiente carga de racimos.
Con el objetivo de conseguir una estructura permanente, uniforme y homogénea, protegiendo la vid de posibles daños, Bodegas Viña Vilano lleva a cabo estos días la poda en seco o poda de invierno. Un instrumento básico para asegurar el buen estado de las cepas y adecuar el viñedo a una determinada situación medio ambiental. En este sentido, la ausencia de humedad, como consecuencia de las suaves temperaturas de este invierno, afecta a las vides de manera especial, provocando un escenario poco usual. Todo ello, sumado a las especiales características de las cepas de Viña Vilano, hace presagiar una próxima cosecha excepcional.
La poda en seco es una práctica lenta y laboriosa. Se realiza a mano cepa por cepa, siendo crucial la destreza y experiencia del podador, quien debe tener en cuenta las características morfológicas para infringir el menor daño en la planta. Cuanto menores y más limpios sean esos cortes, más se protege a la planta de enfermedades criptogámicas.
Sin duda un periodo de vital importancia que en Viña Vilano se lleva a cabo con tiento y profesionalidad, ya que es la base fundamental para el buen estado de las vides y por lo tanto, es un puente relevante hacía el éxito de las futuras cosechas.